lunes, 21 de marzo de 2016

Creo que BALANCE II

Resulta que llevo abandonado el blog ya bastante tiempo, es más, había pensado incluso en deshacerme de él porque al fin y al cabo es como hablar en el desierto, aunque, al releer algunas de las cosas que he escrito me sigo reconociendo, lo que quiere decir que aún, a pesar del tiempo, no he cambiado demasiado.
Esto de las relaciones personales da mucho de si porque al fin y al cabo, somos sociales y queremos de algún modo expresarnos y que alguien nos escuche sin más.
Las cosas van más o menos igual : estoy más vieja, más tranquila (ya duermo) y sigo acostándome con mi ex-.
No me he apuntado a ningún cursillo aunque si me he puesto a esto de correr de vez en cuando. La verdad que no me mata, pero es una buena forma de descargar tensiones aunque tengo claro que para las Olimpiadas de Río no voy a estar preparada.
Lo que si me va saliendo cada vez mejor y le estoy cogiendo el puntillo es a lo de la cocina. Es una obligación pero me lo estoy tomando con otra filosofía ya que hay que hacerlo.
Dicen por ahí que lo de la felicidad es una actitud, pero yo también creo que es una aptitud. De todas formas, creo que nos han vendido un rollo tremendo con eso de que el amor, la pareja, la vida en común es necesaria o al menos casi indispensable para lograrla.
Cada día estoy más convencida de que si las cosas no son como a uno le gusta pues habrá que reinventarlas.
Yo por ejemplo. Si por ahí supieran que todavía ando con mi ex, todo el mundo me juzgaría como que se me ha ido la pinza, que me humillo, que me conformo con poco, con lo que yo valgo. Pues eso no es así. Soy una mujer independiente que no necesita tener un hombre todo el día para que la saquen de paseo, para ir de copas o para viajar. Yo que ya he cumplido con la naturaleza y con la especie, he procreado, solo necesito de vez en cuando gozar del sexo, y resulta , que con él es sencillo porque nos conocemos. 
Claro, claro... y todos dirán, ¿y el amor? ¿y el gusanillo en el estómago? (esas famosas mariposas). Como tú no las tienes pues reniegas de ellas...Pues no. No renuncio a la emoción de sentirlas, pero tampoco estoy dispuesta a complicarme la vida o a sentirme obligada a buscarlas.
Bueno. Pues así están las cosas. 



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